Bonito restaurante del grupo santanderino que gestiona De Luz y El Machi en Santander, además de otros dos locales en Madrid. Desgraciadamente no nos ha convencido.


Comenzamos con unos tacos enrrollados de berenjena rellenos de calabaza, que nos gustaron.

Los principales fueron una milanesa de pechuga de pollo ecológico con ensalada. Finísima la carne, casi solo se comía el empanado.

Y una merluza, que llegó seca, sin duda se les pasó el tiempo en el horno. Una de las peores merluzas que he comido últimamente.

De postre, macedonia de fruta de temporada con helado casero de limón de Novales. Lo mejor de la comida.

La cuenta fue de 90€ para dos personas con cerveza (el postre no se cobró tras la queja por la mala experiencia con la merluza). Para no volver.