Este restaurante chino en el barrio de Pacífico está especializado en pato laqueado. Lo preparan a la manera tradicional: primero se trinchan las zonas más cruijientes del patopor un cocinero delante del comensal y se sirven esas piel crujiente como relleno de unas tortitas con apio y salsa de marisco. A continuación se prepara el resto de la carne, más tierna, aderezada con salsa de la casa (y dejando también los huesos para rebañar). El precio de medio pato laqueado, que es lo ideal para dos personas, tiene un precio de 28€ (bebidas aparte).
Un restaurante recomendable para degustar este plato tan emblemático de la gastronomía china y a un precio más que razonable para el sabor y la preparación que conlleva.
Comenzamos con unos rollitos.
A continuación ya pasamos con los distintos pases del pato laqueado. Primero con las partes crujientes de la piel y los crepes con la verdura:
Y después la parte más jugosa y sabrosa aderezada con la salsa de la casa:
Por último, y por si hubiera quedado hambre, presentan los huesos y la carcasa del pato con su carne adherida. Para los que gusten de chupar los huesos (que no es mi caso), es el momento.
De postre tomamos Machintosh, que era una mezcla de manzana y queso envuelta en una bolsa de pasta crujiente frita con caramelo y nata.
