Lafayette

Ubicada en el barrio residencial de El Viso, en Chamartín , Brasserie Lafayette es una apuesta segura para los amantes de la gastronomía francesa en Madrid. Este restaurante, decorado con elegancia y buen gusto, ofrece un ambiente íntimo y acogedor y cuenta con una terraza cubierta y la sala (no tiene barra). Su nombre rinde homenaje al general Gilbert du Motier, marqués de La Fayette , figura clave en la Revolución Francesa y la Guerra de Independencia de Estados Unidos, lo cual refleja la fusión de tradiciones que se vive al visitar este espacio culinario. Abrió sus puertas en 2018 bajo la dirección de Sebastien Leparoux , propietario y jefe de sala.

Conozco el restaurante desde hace años, ayuda el hecho de que no vivo lejos, pero la última visita (en mayo de 2022) no nos convenció. Al comentarlo unos amigos buen conocedores del intramundo gastronómico madrileño nos comentaron que había habido cambio de jefe de cocina. Dejamos de ir hasta que recientemente leí que el chef Pedro Muñagorri se había incorporado como jefe de cocina. Buen momento para volver a darle una oportunidad.

El servicio de pan con una estupenda mantequilla con un punto salado.

Comemzamos con una ratatouille con espuma de ave. Gran intensidad el sabor de la verduras, lástima que la foto la tomé cuando presentaron el plato y la espuma de ave no permite ver las verduras.

No se puede visitar un restaurante francés sin probar su sopa de cebolla. Finísima.

Los principales fueron un boeuf bourguignon con tuétano asado. Me gustó, aunque eché en falta mayor presencia del tuétano, motivo por el que pedí este plato. No lo volvería a pedir en otra visita.

El otro principal fue un pargo a la “provenzal”. Excelente.

De postre tomamos un crêpe suzette, que preparan y flambean al momento delante del comensal. He probado este plato varias veces y esta es de las mejores que recuerdo. Un leve sabor dulce en el que predomina el cítrico de la naranja y el cointreau.

La cuenta para dos personas fue de 112€ con agua y unas copas de vino. Sin duda, recomiendo este restaurante a quienes buscan comida francesa de autor en Madrid, con toques creativos pero respetuosos con la tradición.

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