No suelo visitar hamburgueserías, creo que es una comida demasiado básica y que, encima, resulta cara frente a otras opciones. En cualquier caso, hoy ha coincidido así, y he ido a probar este nuevo local que está más centrado en delivery que en el propio restaurante, que apenas tiene una pequeña zona de barra para comer. En cualquier caso, había poca gente y estuve cómodo.
Tomé la hamburguesa que me recomendaron: la CEO doble, que es una fat smash (ojo al nuevon concepto), con queso cheddar x4, mermelada de bacon y tomate confitado y salsa alioli, montada con un pan de patata brioche. Acompañé la hamburguesa con unas patatas fritas, con un montón de especias.




En total pagué 19€ por el menú, que incluye las patatas y la bebida. He de decir que la hamburguesa estaba jugosa y me gustó. Otra cuestión es que estos sitios, en general, no me convencen y no creo que vuelva. Un detalle “feo” es que no te sirven la hamburguesa ni en una bandeja, te dan una bolsa (se nota que parece que solo potencial el delivery) y sobre el papel que la envuelve te la tienes que comer.