Mi restaurante chino preferido de Madrid. Muy lejos del típico chino de barrio de arroz tres delicias y pollo con almendras. Aquí te encuentras cocina china de calidad a precio estupendo y con una decoración cuidada. El estilo de la cocina, como su propio nombre indica, es de Sichuan, que tiene tendencia a sabores picantes, aunque aquí están más suaves que en otros restaurantes de esta especialidad.
Comenzamos con unos callos, una forma diferente de prepararlos a lo que estamos acostumbrados en España. Vienen como una ensalada fría y picante. Incluye también lengua .
La ternera seca. Estupendo plato.
Sopa wonton picante. Uno de los indispensables del local.
La lubina escabechada, el platazo de la comida, sin duda.
Arroz frito de la casa. Bien, sin más.
Berenjenas con toques de ajo y picante. Otro de los indispensables de la casa.
Llegamos a los postres, que como suele ser habitual en los restaurantes asiáticos, son bastante prescindibles. En esta ocasión pedimos las bolas de arroz glutinoso con sésamo en su interior en un caldo templado. Con una textura gomosa, no me han gustado.
Una pastel de calabaza.
La cuenta, con unas cuantas cervezas, fue de 99€. Teniendo en cuenta que fuimos seis personas, salimos a 17€ por persona. Impresionante.